“Llave de portal entrando en cerradura comunitaria”

3 errores típicos al usar la llave del portal (y cómo evitar que tu cilindro muera joven)

1. Forzar la llave cuando no entra bien

Ese clásico de girarla como si fuera la manivela de un barco pirata. Si la llave no entra suave, algo pasa: puede estar desgastada, doblada o tener una rebaba de caerse al suelo. Forzarla solo consigue dañar los pines internos del cilindro.

Solución: si tu llave tropieza al entrar, tráela a que la revisemos y la pulamos. Mejor eso que cargarte el bombín entero.

2. Usar copias de copias (y de copias)

Cada vez que haces una copia a partir de otra copia, la llave pierde precisión. Y el cilindro necesita precisión, no un Picasso en metal. Al final, las llaves se gastan mal y terminan dañando el mecanismo.

Solución: siempre copia desde la llave original, no desde la que ya está medio redondeada.

3. Olvidar el mantenimiento básico

Un cilindro también necesita cuidados. No hablamos de echarle aceite de freír croquetas (error número uno en muchas comunidades), sino de usar sprays lubricantes específicos.

Solución: una aplicación ligera cada cierto tiempo mantiene el cilindro vivo muchos años más.

Conclusión

Tratar bien tus llaves y tu cerradura no solo evita averías, también ahorra dinero a la comunidad. Si notas que tu llave no entra bien o que el cilindro empieza a fallar, lo más sensato es revisarlo antes de que te deje tirado.

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